El asilo es una forma de protección que permite a una persona permanecer en Estados Unidos en lugar de ser expulsada (deportada) a un país donde teme ser perseguida o perjudicada. Las personas que huyen de sus países por miedo a la persecución pueden solicitar asilo en Estados Unidos. Si se les concede el asilo, se les da protección y el derecho a permanecer en Estados Unidos. Los asilados son aquellos a los que se les concede el asilo.
Renuncia al asilo político
Muchos solicitantes de exención de asilo político han sufrido privaciones extremas, abusos graves y posiblemente incluso tortura en sus países de origen. Con frecuencia, estos malos tratos están relacionados con la persecución política, religiosa o étnica. La vida en su país de origen se hace tan intolerable que huyen a Estados Unidos y solicitan asilo político.
¿Cómo ayuda el asilo a las personas que huyen de la persecución?
Una persona a la que se le concede el asilo está protegida de la deportación a su país de origen, se le permite trabajar en Estados Unidos, puede obtener una tarjeta de la Seguridad Social, puede solicitar permiso para viajar al extranjero y puede solicitar traer a sus familiares a Estados Unidos. Los asilados también pueden optar a programas gubernamentales como Medicaid o Asistencia Médica para Refugiados.
Un asilado puede solicitar el estatus de residente permanente legal (una tarjeta verde) después de un año. Una vez que la persona se convierte en residente permanente, debe esperar cuatro años antes de solicitar la ciudadanía.
