Manejo de la ansiedad COVID-19 como inmigrante

Las luchas COVID-19 no son exclusivas de ningún grupo o individuo, este es un virus que afecta a todos independientemente de su raza, género, edad, etnia y estatus socioeconómico. Lo mismo se extiende a la ansiedad y las emociones mentalmente agotadoras que esta pandemia ha puesto a repartir entre nuestros grupos más vulnerables, específicamente inmigrantes y estudiantes de DACA.

Con pausas en los casos de inmigración, miedo a la deportación, pérdida de empleo, órdenes de quedarse en casa, cambios presidenciales realizados en DACA y falta de conocimiento sobre el virus COVID-19, es más probable que la ansiedad se manifieste. Por no hablar de aquellos que actualmente están trabajando también están en riesgo adicional de contraer COVID-19 debido a entornos de trabajo estrechos y un mayor contacto con otros. Esto plantea la pregunta de cómo estos grupos lo están manejando todo en medio de nuestra nueva normalidad. Desafortunadamente, en la mayoría de los casos debido al miedo a la deportación y la separación familiar la mayoría de los individuos inmigrantes o indocumentados son menos propensos a buscar ayuda en este tiempo difícil.

Para muchos inmigrantes, la presencia de un problema de salud mental no se reconoce como un problema válido, ya que los trastornos de salud mental todavía están estigmatizados o considerados sujetos tabú en muchas culturas. En el caso de que una perturbación mental esté presente o perciba, la mayoría de las personas recurrirán a prácticas de medicina holística como las que son espirituales o basadas en la comunidad.

Sin embargo, en estos tiempos desesperados de aislamiento e incertidumbre, incluso esas técnicas pueden estar fuera de su alcance. Esto plantea la pregunta de cómo obtener ayuda sin el riesgo de deportación. Sin embargo, de acuerdo con los Servicios de Ciudadanía e Inmigración de los Estados Unidos (USCIS) por sus que se encuentran aquellos que buscan tratamiento relacionados con COVID-19 no deberían bajo ninguna circunstancia tener ningún efecto en su estatus migratorio. También los doctores y trabjadores medicos estan violando las pautas de la HIPAA si un médico o centro médico libera su estatus migratorio sin su consentimiento. Es decir, que en términos de tratamiento y servicios médicos, hay un obstáculo menos que encontrar.

Cuando se trata del tratamiento real, hay muchas clínicas locales sin fines de lucro y de bajo costo que pueden negociar el pago si el seguro no está disponible. En caso de que la confidencialidad sea un inhibidor de la búsqueda de ayuda, comuníquese con los miembros de su comunidad y con aquellos que estén cerca de usted si tienen alguna recomendación. Además de recibir servicios y preguntar sobre recursos, mantenerse conectado con sus amigos, familiares y seres queridos es crucial durante esta transición, ya que tener un sistema de apoyo fuerte promueve la positividad y la motivación.

Es importante recordar que si bien puede ser intimidante al principio, buscar ayuda proporcionará beneficios emocionales y de salud física que conducirán a vivir una vida más feliz y saludable. Esta no es una batalla que haya que librarse sola, ni es una vergonzosa si la ayuda se está buscando y ejerciendo activamente. Cuidar y fortalecer la salud mental tiene tanta importancia como la salud física, los dos van de la mano entre sí en términos de afectar el rendimiento del otro. Hay ayuda y cuidado por ahí, no dejes que el miedo te impida hacer lo mejor para ti y tu familia. No estás solo.