Hijos de inmigrantes: ¿Cuáles son sus necesidades mentales?

Por lo general, las conversaciones sobre el cuidado de los padres comienzan más tarde en la vida. Sin embargo, los hijos de inmigrantes tienden a cuidar de sus padres a lo largo de generaciones y etapas de la vida. Dado que los inmigrantes representan una octava parte de la población estadounidense y que los hijos de inmigrantes representan uno de cada cuatro niños en el país, es fundamental comprender las inmensas barreras a las que se enfrentan los inmigrantes y sus hijos cuando intentan acceder a la atención de salud mental en los Estados Unidos.

Los hijos de los inmigrantes suelen apoyar a sus padres económica y emocionalmente en momentos difíciles en un sistema estadounidense implacable que les deja sin un salario digno, sin atención sanitaria y sin una vivienda asequible. En casa y en el trabajo, suelen ser intermediarios culturales y lingüísticos para la supervivencia de sus familias. Además de poner grandes expectativas en sus hijos, los padres también hacen increíbles sacrificios, incluida la emigración, para garantizar el éxito de sus hijos. Por ello, los hijos de los inmigrantes suelen sentir una enorme presión para elevar a sus familias y a ellos mismos a una vida mejor mientras reciben poco o ningún apoyo del Estado.

En comparación con sus padres, los hijos de inmigrantes experimentan más preocupación, estrés y tristeza debido a su compleja identidad de cuidadores/hijos. De hecho, la incidencia del malestar psicológico en los hijos de inmigrantes es casi el doble (10,1%) que la de sus padres inmigrantes de primera generación (descrito como sentirse aprensivo, desesperado, inquieto o intranquilo, sin valor, infeliz, y/o que todo era un esfuerzo) (5,9%). Estos problemas difieren según la etnia y el género, así como la raza, la situación socioeconómica y la situación legal de la familia. Las personas de color constituyen la gran mayoría de los nuevos inmigrantes en Estados Unidos, y tanto los niños como los padres deben enfrentarse al racismo sistémico y flagrante del país. La depresión, la ansiedad y el trastorno de estrés postraumático son mucho mayores en los hijos de los asiático-americanos, los isleños del Pacífico y los inmigrantes latinos que en la población general.